Enrique Alijo muere a los 41 años de edad y será su esposa Teresa González Cuevas la que tendrá que hacerse cargo de la taberna en 1911 junto con su hermano José González. Su hijo, Francisco Alijo González (1902-1976), pronto se pone al frente del negocio ayudando a su madre.
En esta ubicación de la plaza de la Corredera se inicia la crianza de vinos en una pequeña bodega al fondo del local.
Posteriormente, la bodega se amplía con nuevas instalaciones en la calle Buen Suceso, dónde aún se mantiene su despacho de vinos de venta al público.
Francisco Alijo González, enferma en el año 1964 y pasa a dirigir el negocio su yerno Manuel García Zamora actual propietario de la bodega.
A finales de los años 80 la bodega se traslada a la sierra de Córdoba su actual ubicación.
A la jubilación de Manuel García Zamora pasa a dirigir la empresa familiar, su yerno Rafael Martínez Rubio.
Desde los años noventa la Bodega El Gallo, participa en la cata de vinos Montilla-Moriles.